¡Se avecina tormenta en Wall Street!

“Los inversores, a diferencia de los especuladores, son los grandes jugadores. Tras hacer una apuesta, se aferran a ella y si la operación es perdedora se arriesgan a perderlo todo.” Jesse Livermore

¡Osos, toros, cerdos y borricos! Toda una fauna bursátil confabulada en una única dirección; ¡el matadero! No en vano, las calles que coronan Wall Street y Börsenplatz homenajean el simbolismo animal con el zarpazo bajista del oso y la cornada alcista del toro. Sin embargo, como siempre mantenemos en nuestras mesas de trading profesional; los osos y los toros ganan dinero… pero los cerdos (ávidos de codicia) y los borricos (el rebaño gregario) ¡van al matadero! Muy discutible, al menos para mí, es dicha metáfora, puesto que tampoco se trata de estar del lado alcista o bajista, si bien lo único que me importa es estar en el lado correcto.

Y esto tiene mucho sentido desde que un genio, Charles Dow, nos enseñó aquello de que el precio se mueve en tendencias y que éstas, actúan de algún modo como indicador adelantado de nuestra economía. Aquí es donde a través de la amplitud del mercado, así como del principio de confirmación y divergencia, podemos entrever que como mínimo la salud del mercado es inapropiada y cualquier operación que realicemos tendrá una elevada probabilidad de fallo.

¡Abran juego, señores! porque aquí es donde nos encontramos actualmente, en todo un proceso técnico de distribución que únicamente hemos acontecido en el mercado americano tras los procesos de ajuste lateral vividos en el rango anual de 2015-2016 y 2018-2019, en ambos episodios el fallo en la amplitud del mercado tuvo una respuesta de mercado lateral en el mejor de los casos, sujetado en parte sino en todo por la FED y su ingente política monetaria “no convencional”.

Obviamente soy consciente de que no siempre el mercado tendrá una respuesta inequívocamente lateral, puesto que las ventajas de sujetar el mercado imprimiendo dinero, sujetan (válgame la redundancia) una bola de nieve que algún día les estallará en toda la cara, y en ese preciso momento el único lado correcto será el bajista, lo demás se resumirá en una espiral de dolor y arrepentimiento de la que nadie en Blackbird Bank formará parte. Y es que una mentira, por más esfuerzos que se realicen para dilatarla en el tiempo; ¡sigue siendo una mentira! y el mercado alcista que sujeta las bolsas tras el rescate del sistema financiero en 2009 es toda una gran mentira. O bueno, si me permiten la expresión, una verdad “no convencional”.

Durante las últimas semanas les he venido argumentando en ésta, mi tribuna de opinión, así como en los diversos espacios mediáticos que ocupo, sobre la dificultad que un mercado bajista debería encontrarse a la hora de avanzar, puesto que los bancos centrales de Europa y Estados Unidos siguen comprando la mastodóntica cifra de 220.000 millones de dólares de activos cotizados ¡al mes! y que la que se viene encima es enorme. ¿En resumen? la mayor intervención fiscal de toda la historia con el plan Biden y el New Generation Fund son algo que bien podría amortiguar a un mercado alcista que ni el crash de la pandemia covid ha sido capaz de tumbar. ¡Pas mal!

Los peligros que acechan al mercado

Sea como fuere queridos míos, los peligros que acechan a Mr. Market son absolutamente gigantescos, y hablar de mercado alcista se hace al fin complicado viendo que de los 114 sectores que componen el agregado Dow Jones Index presentan una amplitud de mercado si más no preocupante, con únicamente el 47,6% de los sectores en tendencia alcista, 12,6% de los mismos en tendencia bajista y el 39,8% ya en fase de distribución o rango. ¿Qué les parece? Este hecho, muy poco frecuente, nos advierte de las dificultades de los precios para superar nuevos máximos, que a la postre se resume en frustración de unos Traders que empiezan a ver que lo que antes les daba dinero (comprar y esperar) empieza a fallar más que una escopeta de feria.

Y esto no es baladí, puesto que como traders profesionales sabemos perfectamente que el mercado tiene sus tiempos y hay tiempos para comprar y esperar, y tiempos para cubrirse. Y cómo no, nosotros ¡en eso estamos! No en vano, en nuestra división de Blackbird Broker hemos preparado una minuciosa estrategia para replegar el capital hasta el 50% en caso de que se confirme la debilidad que les he comentado anteriormente acerca del mercado, puesto que si hay algo que he aprendido en mi intensa carrera, es que en el mercado los condicionantes forjan desgracias y lo único que importa es la determinación de tomar la decisión correcta en el momento correcto. En la bolsa como en la vida, muchas veces menos es más.

Dicho todo lo cual, señores inversores, ustedes suelen ser los grandes jugadores. Tras hacer una gran apuesta, os aferráis a ella sin distancia. Pero no olvidéis nunca que si esa operación es perdedora lo perdéis todo, puesto que aquí entra en juego ego y vanidad. Y quien en su urdimbre interior realmente crea que puede resolver su cartera vendiendo en máximos, está abocado a quedarse impasible durante todo un proceso bajista sin ser consciente de que el dinero contrariamente a lo que se dice, no está en la tendencia ¡sino en saber sacar provecho de ella! Y tú, ¿estás preparado para la tormenta yankee?

Gisela Turazzini, Blackbird Bank Founder CEO.

Blackbird
jramon.lopez@blackbird.es
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